Su vida ha sido un cúmulo de tragedias ocasionadas por su drogadicción desde que era un menor de edad, con solo 13 años. Pero tuvo oportunidades para salir adelante, pues a los 19 años de edad estuvo internado en un centro de rehabilitación por primera vez, pero no funcionó.
Proveniente de un hogar destruido, pues su padre lo abandonó cuando tenía siete años de edad. A los 16 había salido y entrado unos doce colegios. Incluso llegó a robarle dinero a su propia familia, momento en que realmente consideró cambiar su vida.
Como indicó a la revista Parade años atrás, si no dejaba las drogas sería denunciado penalmente. Luego se mudó con una familia amiga a una ciudad pequeña, Nanaimo, donde dejó las drogas y consiguió un trabajo que lo acercó a la actuación.
“No quiero que los chicos piensen que es bueno dejar la escuela y drogarse para que sean famosos actores también… Pero a esas personas que pueden dejar las drogas (digo lo siguiente): Pónganse serios sobre su objetivo y síganlo. Si yo pude, todos pueden”,
De acuerdo a la web de espectáculos wetpaint.com, el actor de Glee empezó nuevamente su rehabilitación contra drogas meses atrás. No estuvo presente para las grabaciones del final de la cuarta temporada de la serie debido a esto.
Cory Monteith interpretó a Finn Hudson en Glee, un muchacho alegre y deportista que ingresa al coro de su escuela.